Crónica Sansan Festival: SÁBADO

Iniciamos la tercera jornada con el catalán Carlos Sadness, defendiendo con creces y presentando en directo su último disco La Idea Salvaje. Encandiló al público con su pop cargado de energía y buenrollismo. Sonaron temas como Miss Honolulu, Perseide o los ya conocidos Au Revoir o Celeste. 

Ese día centramos nuestra atención en el escenario Master’s, ya que ofrecía varias opciones muy interesantes. A las 18:45 comenzó el concierto de Jero Romero, artista con larga trayectoria (ex Sunday Drivers) y que consigue emocionarnos cada vez que se pone a cantar. Lo de este artista es una lección de clase y de calidad musical, siempre acompañada de una banda de reconocidos músicos que hacen de su directo una combinación perfecta de experiencia y sensibilidad.

Muchas ganas le teníamos también a Ángel Stanich, al que ya llevamos siguiendo la pista desde hace tiempo. Nos encanta su puesta en escena y su nervio sobre el escenario. El de Santander tiene un sonido y una voz más que peculiares y cada vez se hace un hueco más grande en la música. Si hace un tiempo era inescindible su nombre del calificativo “ermitaño del pop”, parece que ahora se quiere quitar la etiqueta. Cada vez actúa en más festivales y ya cuenta con un grupo nutrido de fans que le siguen allí donde va (las Chicas Ácidas). El de Ángel Stanich fue uno de nuestros conciertos favoritos del festival, es una propuesta arriesgada y valiente que se sale de la línea que marcan el resto de grupos del indie español. Stanich defiende la autenticidad de un rock con raíces profundas y suburbiales al margen de lo que se puede escuchar normalmente, con una voz que solo puedes odiar o amar. Sus conciertos son una muestra más de todo esto. Se acompaña de una banda joven, pero que le complementa a la perfección. Tocó todos los temas de su último EP, Cuatro Truenos Cayeron, además de algunos de su primer disco Camino Ácido. La conexión brutal con el público se dejó ver en canciones como Mezcalito o Metralleta Joe, verdadero disparo de actitud y rock and roll.

Más tarde, la malagueña Anni B Sweet presentaba su nuevo disco Chasing Illusions, más rítmico, más luminoso, más pop y con más ganas de hacernos bailar. Un trabajo muy distinto a lo que nos tenía acostumbrados. En la rueda de prensa previa a su actuación nos contó que “la gente que ha escuchado los anteriores discos y va a venir a verme va a notar el cambio más que yo, aunque para mí ha sido algo natural.” Allí estábamos en primera fila para comprobarlo. Ana López consiguió sacar adelante un concierto un tanto interrumpido por la música de los murcianos Second que se colaba desde el Desperados hasta el escenario Master’s. Quizás la potencia y gran calidad de sonido de los nuevos equipos del escenario principal provocaron que algunas propuestas más acústicas y melódicas del escenario Master’s se vieran perjudicadas e hicieran más difícil el trabajo de los artistas. A pesar de los pequeños problemas técnicos, Anni defendió temas como Beginner, Chasing Illusions o Getting Older a la perfección. Noni Meyers salió a tocar junto a ella en Everyone talks, as que la cantante guardaba bajo la manga.

Los siguientes en subirse al escenario Master’s fueron Arizona Baby, en un concierto absolutamente desbordado de público (a los fieles de la banda se unieron los decepcionados por el insulso dj set de Lori Meyers en el escenario principal, la gran queja de los asistentes al festival). Vielba y los suyos supieron aprovechar las circunstancias y meterse a la gente en el bolsillo de esa manera que tan bien controlan ellos. Tocaron canciones de Secret Fires, su último disco, un álbum con más matices que los anteriores y que se aleja un poco del trayecto que ya llevan marcado, aunque conserva a la perfección el espíritu más auténtico de la banda. Arizona Baby supusieron un respiro y un chute de adrenalina necesario a esas horas de la noche (hicieron acto de presencia a las 00 horas) y nos hicieron vibrar con su música. Al escucharlos en directo da la impresión de que verdaderamente saben lo que hacen, y así lo demuestran tanto en el juego con el público como con sus canciones redondas. Como acostumbran a hacer, Shiralee y It Helps If You Sing cerraron su concierto, la primera un básico en el repertorio del grupo y la segunda un canto enérgico y optimista a las bondades de la música.

En el escenario Desperados encontramos a unos auténticos veteranos, La Habitación Roja, que tocaron temas de su disco Veinte años de canciones 1995/2015, un recopilatorio que recoge perfectamente los mejores himnos de su vasta carrera musical. También a los murcianos Second y Varry Brava, que hicieron palpable el gran momento que la escena murciana está viviendo.

Kakkmaddafakka, único artista internacional del cartel, consiguieron como siempre hacer bailar al público con canciones como Touching, Restless o Your girl. Los habíamos visto un par de veces en Valencia con Kakkmaddachoir y la verdad es que les echamos muchísimo de menos. Aun así los noruegos desplegaron toda su energía y aportaron un toque pop bailable al festival.

               Foto por Sansan Festival

Pocas fuerzas nos quedaban ya después de tres días tan intensos de Sansan, pero no podíamos irnos a casa sin disfrutar del maravilloso directo de McEnroe. Las horas intempestivas (¿a quién se le ocurrió programar a semejante grupo para las 3:30 de la madrugada?) no impidieron que este concierto fuera uno de los más bellos del festival. Defendieron como nadie su posición en el indie nacional, y nos dejaron ansiosas por escuchar su próximo disco, Rugen las flores, que se publicará el día 21 de abril. No perdieron la ocasión de presentar un adelanto de este nuevo álbum, con muy buena acogida por parte del público. Si canciones como Las Mareas, Los Valientes o La Palma en estudio ya suenan mágicas, en directo esto se intensifica más, y lograron crear una atmósfera que nos dejó a todos fascinados.